El año arrancó con una noticia médica prometedora para las personas que padecen artritis. Según un nuevo estudio publicado el pasado 30 de diciembre de 2019 en la revista Annals of Internal Medicine, un nuevo fármaco, denominado con el código MIV-711, podría ser la solución para evitar o ralentizar la pérdida de hueso y cartílago, cuestiones habituales en las personas con artritis.
Hasta el día de hoy esta enfermedad no tiene cura, es crónica y solo se tratan sus síntomas.
"Este es el primer estudio que muestra que un fármaco puede ralentizar el cambio óseo en la osteoartritis, y una dosis del medicamento también ralentizó la pérdida del cartílago", explicó el profesor del Instituto Leeds de Medicina Reumática y Musculoesquelética del Reino Unido y autor principal del estudio, Philip Conaghan.
Aunque fue posible disminuir el daño ocasionado por la osteoartritis, no hubo mejoras en el dolor durante los 6 meses del estudio, y de acuerdo con el profesor de reumatología de la Universidad de Harvard, el Dr. Jeffrey Katz, este en realidad era demasiado poco tiempo para ver una reducción del dolor con ese tipo de medicamento.
¿Cómo funciona el MIV-711?
Naturalmente, el sistema esquelético humano funciona reemplazando el hueso y el cartílago viejo por nuevo, para ello, entra en acción la enzima catepsina K, la cual se encarga de la descomposición de ambos elementos.
No obstante, cuando se padece osteoartritis, el hueso viejo se elimina más rápidamente de lo que puede ser reemplazado, para ello, el MIV-711 funciona como inhibidor de la catepsina K y ralentiza el proceso de descomposición.
Para el estudio, los participantes fueron administrados con una dosis de 100 o 200 mg del fármaco, o con un placebo inactivo, y después de 26 semanas se encontró que los que recibieron el MIV-711 tuvieron menos recambio óseo y eliminación del hueso viejo, además de que perdieron menos cartílago y colágeno.
Ahora solo falta realizar un ensayo clínico de mayor tamaño y tiempo para descubrir si el medicamento podría administrarse a personas en las primeras etapas de osteoartritis para evitar o ralentizar la progresión de la enfermedad.
"Sería bueno introducir un medicamento como este relativamente pronto en el proceso de la enfermedad, de forma que no ocurra la destrucción de la articulación, que conduce al dolor, la discapacidad y el reemplazo de la articulación", concluyó Katz.
Referencias
Conaghan PG, Bowes MA, Kingsbury SR, et al. Disease-Modifying Effects of a Novel Cathepsin K Inhibitor in Osteoarthritis: A Randomized, Placebo-Controlled Study. Ann Intern Med. 2019; [Epub ahead of print 31 December 2019]. doi: https://doi.org/10.7326/M19-0675