La artritis reumatoide es una enfermedad que inflama las articulaciones y sus tejidos circundantes. Es un padecimiento autoinmune, es decir, una reacción del cuerpo en el que el mismo organismo ataca los tejidos sanos.
Esta enfermedad se puede presentar a cualquier edad, aunque es común en las personas mayores.
Si bien no se sabe la causa exacta; sin embargo, se sospecha que una combinación de factores genéticos y ambientales —por ejemplo: cambios hormonales, exposición a ciertos tipos de polvo o fibras; así como algunas infecciones virales o bacterianas— podrían ser el móvil de la afección.
Un grupo de investigadores de la Keele University publicó recientemente en la revista BMC Medicine que el uso de antibióticos y su impacto en la microbiota intestinal podrían provocar artritis reumatoide.
La inquietud por el tema comenzó tras revisar investigaciones donde los antibióticos, en especial durante la infancia, mostraron ser responsables del aumento en el riesgo de infecciones y dolencias inflamatorias del intestino.
Los autores del nuevo estudio señalaron que, en otras pruebas, se ha demostrado que los roedores libres de gérmenes no desarrollan artritis inflamatoria.
En los humanos sucede lo contrario: se han encontrado diferencias en la composición de la microbiota entre personas con y sin problemas de articulaciones.
Lo anterior sugiere que la microbiota juega un papel importante en el desarrollo de la artritis; por ello, el equipo decidió investigar la asociación entre las recetas de antibióticos y el inicio de la artritis.
Para lograrlo, se basaron en los datos del Clinical Practices Research Datalink. Hallaron 22.677 casos de artritis reumatoide; los cuales se compararon con más de 90.000 controles sanos.
Los investigadores siguieron a los individuos durante 10 años antes de recibir el diagnóstico de artritis.
El análisis reveló que, en promedio, las probabilidades de desarrollar artritis fueron 60% más altas para las personas que habían recibido antibióticos.
En específico, quienes recibieron una receta para tratamiento con antibióticos tenían un 40% más de probabilidades de desarrollar artritis; los que tomaron más de dos tratamientos tenían 66% de probabilidades.
Aquellos que habían usado antibióticos recientemente, hace 1 o 2 años, tenían un 80% de probabilidades de presentar la afección.
En otras palabras, entre más tratamientos, mayores eran las probabilidades de desarrollar artritis.
Por otro lado, se dieron cuenta también de que el tipo de infección para el que habían tomado antibióticos influyó en la probabilidad de desarrollar artritis reumatoide.
Los expertos concluyeron que el desarrollo de artritis reumatoide puede deberse a alteraciones de la microbiota o infecciones subyacentes.
Este trabajo, señalaron los especialistas, ofrece otra visión para comprender la artritis reumatoide.
Referencia
Sultan, Alyshah Abdul, Mallen, Christian, Muller, Sara, Hider, Samantha, Scott, Ian, Helliwell, Toby, Hall, Lindsay J. Antibiotic use and the risk of rheumatoid arthritis: a population-based case-control study. BMC Medicine. https://doi.org/10.1186/s12916-019-1394-6