Una investigación de la Universidad de Siena concluyó que las personas con fibromialgia que se hicieron baños con aguas medicinales sulfatadas sintieron alivio en los síntomas –dolor y falta de movilidad– causados por este síndrome.
Como sabemos, la fibromialgia es un trastorno muscular crónico que se caracteriza por el padecimiento de dolor y limitación en la movilidad general.
Habitualmente los médicos recomiendan dos alternativas que, principalmente, apuntan a controlar el dolor y devolver el bienestar a la persona con fibromialgia. La primera pasa por los medicamentos como analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares e incluso ansiolíticos, hasta antidepresivos. La segunda pasa por la fisioterapia.
El problema es que los medicamentos tienen efectos secundarios si se administran a largo plazo y la fisioterapia también tiene sus limitaciones.
La fibromialgia es un trastorno de dolor crónico, bastante común, que causa el surgimiento de dolor en varias partes del cuerpo y que no tiene cura. Aunque todavía no sea conocida una causa específica, es posible que la fibromialgia surja debido a una sensibilidad genética o traumas físicos o psicológicos. Afecta al 4% de la población en España, en su mayoría mujeres de mediana edad, aunque también hay hombres que la sufren.
En busca de novedades
Lo cierto es que los investigadores están constantemente buscando alternativas para mitigar el dolor causado por la fibromialgia. En un estudio de la Universidad de Siena, Italia, publicado en la revista Clinical Rheumatology, en 2018, se separaron en dos grupos de 50 personas con fibromialgia: una mitad fue tratada con baños casi diarios de 15 minutos en agua sulfatada, altamente mineralizada, durante dos semanas. La otra mitad recibió baños de la misma duración, pero con agua normal del grifo. Ninguno de los dos grupos sabía el tipo de agua en la que se bañaba.
Los resultados tras finalizar esas dos semanas fueron sorprendentes. El grupo de los participantes que se bañaron en agua mineralizada había experimentado una disminución de sus dolores, así como una mejora de su movilidad. Lo mejor de todo es que los efectos duraron hasta seis meses.
En cambio, las personas que se bañaron en agua normal no presentaron una mejoría significativa.
Una posible explicación para los efectos positivos del agua mineralizada es que es capaz de reducir la producción de las sustancias mensajeras del dolor y la inflamación.
Además, los pacientes de fibromialgia suelen sufrir una deficiencia de magnesio, un mineral esencial para el buen estado de los músculos. Un agua con una concentración elevada de magnesio puede desempeñar un papel muy positivo.
Referencias
¿Es la balneoterapia efectiva para la fibromialgia? Resultados de un ensayo clínico aleatorizado doble ciego de 6 meses.
Clin Rheumatol. Agosto de 2018; 37 (8): 2203-2212. doi: 10.1007 / s10067-018-4117-z. Epub 2018 5 de mayo.